
Música sonando: Nothing else matters - Metallica
Con la mirada puesta en el vacío recorro los recuerdos que me acompañan en mi día a día. Recuerdos de días felices, de días sin preocupaciones ni molestias. De días pasados. Los días pasan y eso no perdona nada, desde luego me queda demostrado. Algo que crees que puede ser para siempre, en un abrir y cerrar de ojos se convierte en cenizas en tus manos quemando tus dedos y marchándose con el viento de tiempos venideros.
Así es como observo todo lo que hay a mi alrededor estos últimos días, o mejor dicho, semanas. Veo a mi alrededor todo el mundo evolucionar sin poder evitar pensar: Me estoy quedando estancada? O estoy cambiando como ellos pero no quiero darme cuenta? Espero que la respuesta sea la segunda porque no soportaría que fuera la primera.
En pocos meses, lo que yo tenía por mi pequeño mundo personal ha dado un giro de 180 grados. Las personas que me eran más queridas ya no lo son tanto aunque otras se mantienen a mi lado como murallas infranqueables y nuevas que aparecen para, espero, quedarse. Pero la vida está llena de cambios y la evolución es necesaria para la supervivencia de la especie aunque a veces creo que deberíamos extinguirnos a nosotros mismos para darle un respiro al planeta en el que estamos viviendo.
Esta sección que acabo de abrir en mi blog se titula:
La cosa va de lo siguiente. Yo me pongo a rebuscar en la red una imagen de una máscara (seguramente de Deviantart, un lugar lleno de artistas de la fotografía sobre todo) de una u otra forma, la pongo y escribo sobre lo que me inspira. Así de simple y esta es la primera de lo que espero sean muchas más entradas y anhelo que no sea del mismo tinte.
Esta máscara para mi modo de ver representa la ruptura de la realidad con el paso del tiempo. Como objetos guardados en cajas y cajones para ser solo contemplados muy de cuando en cuando. Así son algunas de las relaciones que hay entre las personas. Para que algo se pueda mantener hay que tratarlo y cuidarlo todos los días para que mantenga su forma y su imagen. A veces somos nosotros los que no nos damos cuenta de que se está pudriendo por la humedad de un lugar apartado, o simplemente se quiebra levemente y lo tiramos para coger uno nuevo. Creo que es la peor manera de tratar los lazos que te unen a las personas que te rodean, pero por desgracia, no son pocos los que lo hacen, sin quererlo tal vez, pero lo hacen.
Las amistades, los amores, los enfrentamientos… lo admitamos o no son las cosas que conforman nuestro carácter. Las personas con las que nos relacionamos son las que nos definen cuando por fin estamos formados aunque siempre me gusta pensar que hay una parte inédita y que no desaparece con el tiempo. Supongo que mi forma de ser puede molestar a algunos y agradar a otros pero es mi manera de subsistir en esta vida de apariencias y etiquetas.
La máscara define la ruptura con la realidad y lo fragmentada que puede llegar a estar una persona cuando se aleja sin pensarlo de sus amigos, de su vida anterior, pero que mantiene esas roturas abiertas y vistosas para poder aprender de ellas para cosas que aún están por llegar. Al fin y al cabo la máscara sigue siendo una máscara.